DECLARACIÓN DE QUITO
Los
representantes designados por los Gobiernos del Hemisferio reunidos en Quito, Ecuador,
del 9 al 11 de abril de 2003 en el Seminario y Taller Regional de las Américas,
intercambiaron opiniones, conocimientos y experiencias sobre las normas y estándares
existentes relacionados con los derechos de las personas con discapacidad y el
desarrollo y en base a sus deliberaciones declaran lo siguiente:
Los
representantes reconocen que los desafíos que enfrentan las personas con
discapacidad generalmente tienen un carácter estructural, lo que hace necesaria
la acción de los Estados para evitar su exclusión, y fomentar su plena
participación en todos los ámbitos de la vida política, económica, social y
cultural con igualdad de oportunidades.
Manifiestan
su preocupación por las condiciones de desventaja en la que se encuentran la
mayoría de las personas con discapacidad, que frecuentemente ven violados sus
derechos humanos mediante tratos discriminatorios, falta de participación en la
toma de decisiones y abusos que derivan de prejuicios y estereotipos.
Reconocen
la urgencia de renovar los esfuerzos y establecer un compromiso a nivel mundial
para lograr que las personas con discapacidad ejerzan todos sus derechos, por
lo que consideran como un hecho trascendente la adopción de la resolución
56/168, sobre una Convención Internacional amplia e integral para promover y
proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad, por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2001, como respuesta a
la legítima demanda de individuos y organizaciones no gubernamentales que han
alzado su voz a favor de más de 600 millones de personas con discapacidad en el
mundo, la mayoría sumidas en situación de pobreza, y la voluntad manifiesta de
los Estados para lograr una conciencia universal y mejores condiciones de vida.
Apoyan
la elaboración de una convención que se base en los derechos y principios
internacionalmente reconocidos y que refleje la universalidad, indivisibilidad
e interdependencia de todos los derechos humanos y el principio de no
discriminación y consideran que las experiencias, normas y estándares en
materia de desarrollo social, constituyen elementos importantes de la convención.
Reiteran
que es, precisamente a través de la promoción de los derechos de las personas
con discapacidad y la identificación de los mecanismos idóneos para asegurar su
ejercicio, como, cada Estado, actuando en el marco de sus competencias
soberanas y teniendo en cuenta su nivel de desarrollo, adopte las medidas
necesarias para garantizar el acceso de las personas con discapacidad a una
mejor calidad de vida en todos los países.
Los
participantes nombrados por los gobiernos expresan su profunda preocupación por
el hecho de que el ochenta por ciento de las personas con discapacidad en el
mundo se encuentre en países en desarrollo y reconocen la necesidad de que la
convención promueva medidas de cooperación internacional a fin de lograr
mejorar sustanciales en la calidad de vida de las personas con discapacidad en
aquellas regiones en las que su situación es aún más marginal.
Reafirman
su convencimiento de que para elaborar un instrumento jurídico de esta
naturaleza, deben incorporarse las inquietudes, aportaciones y experiencia de
aquellos actores que serán sus principales beneficiarios. Por ello manifiestan
su complacencia por la adopción de la resolución 56/510 de la Asamblea General,
en la que se aprueba la más amplia participación posible de las organizaciones
no gubernamentales, en especial las organizaciones de personas con
discapacidad, en los trabajos del Comité Especial encargado de elaborar la
Convención y reiteran la importancia de que el proceso de la convención continúe
siendo incluyente.
Subrayan
la necesidad de que el Comité Especial, durante su segundo período de sesiones
que se realizará en Nueva York del 16 al 27 de junio de 2003, se aboque a la
consideración de las propuestas para el texto de la Convención que hasta ese
momento se hayan presentado, incluido el texto propuesto por el Estado de México,
y las sugerencias sobre dicho texto que han sido formuladas por los Estados de
Venezuela y Ecuador.
Reiteran
la importancia de las contribuciones que recibirá el Comité como resultado de
las reuniones regionales celebradas en Tailandia, Líbano, Sudáfrica y Bélgica,
las reuniones de expertos, las múltiples contribuciones de los Gobiernos,
organizaciones intergubernamentales, organismos especializados y organizaciones
no gubernamentales y especialmente los resultados de esta importante reunión.
Los
representantes del hemisferio declaran el compromiso de sus gobiernos a
participar activa y constructivamente en este importante proceso de negociación
y expresan su intención de completar y aprobar una convención internacional en
un plazo razonable.
Nota:
Si bien apoyan elementos escogidos de este documento, los Estados Unidos de América
y Canadá no pueden unirse al consenso sobre este documento, ya que estos
gobiernos actualmente están revisando y formulando posiciones sobre estos
temas.